La suerte en el fútbol y los ejemplos que demuestran sus efectos en los partidos
Cábalas, cruces de dedo, frases repetidas y cánticos. En el folclore del fútbol hay todo tipo de invocaciones a la suerte, algunas privadas y otras públicas, y eso se debe a que esta disciplina no es solamente esfuerzo o talento, sino que tiene su cuota de azar.
La incertidumbre es, en parte, lo que lo hace tan fascinante, porque el fútbol da margen a los errores de arbitraje, las carambolas que terminan en gol o incluso los inesperados toques al palo, donde el balón queda a milímetros de pasar por la portería.
Si bien en estos casos la suerte tiene un rol distinto que en los casinos online nuevos o en los sitios de apuestas deportivas, la comparación es inevitable. Ambos mundos comparten esa mezcla de cálculo, técnicas y azar que mantienen a los aficionados al borde del asiento.
El "gol del siglo", ¿un gol de suerte?
Fue votado en encuestas como el "Gol del Siglo" y su importancia como uno de los grandes momentos de la historia del deporte está fuera de discusión, pero, a pesar de su magnitud, lo envuelve una atmósfera de controversia y posiblemente, algo de suerte.
Corría el minuto 55 del partido entre Argentina e Inglaterra en el Mundial de México '86 cuando Diego Armando Maradona tomó la pelota, esquivó a cinco rivales y definió con habilidad ante un atónito Peter Shilton.
La afición estalló y no fue para menos, ya que la albiceleste selló su triunfo con ese gol. Lo curioso (y azaroso) es que el resultado final de la tabla ocurrió gracias a un gol polémico que ocurrió minutos antes, llamado "Mano de Dios".
Para el gol anterior, Maradona aprovechó un descuido y con un ligero toque con la mano, marcó el primer tanto. Lo que para unos fue picardía, para otros fue pura suerte disfrazada de trampa y la suerte de no ser pillado.
El mejor "no gol" de la historia
El ejemplo patente de que el azar también puede afectar a los grandes es una jugada de Pelé en el Mundial de México 1970 que tenía todo para convertirse en gol, pero el balón no pasó por el arco.
En las semifinales contra Uruguay, el crack brasileño recibió un pase filtrado de Tostão, dejó pasar el balón con un amague y dejó al arquero Mazurkiewicz completamente fuera de juego.
Todo estaba servido para el gol perfecto. Pero cuando remató cruzado, la pelota se fue apenas desviada.
Aunque no hubo festejo, Pelé sí que hizo historia, dado que la jugada fue tan elegante que todavía hoy se recuerda como uno de los momentos más brillantes de un Mundial.
Si aquella pelota hubiera entrado, probablemente no se hablaría tanto del genio de la jugada. Pero el hecho de que no entrara la convirtió en leyenda. Y además, al final, hay recompensa, ya que Brasil ganó la competencia ese año.
Las lesiones, un factor que afecta a los resultados
Si la buena suerte ayuda a ganar mundiales, la mala suerte arruina carreras. Un caso reciente es el de Dani Olmo, uno de los jugadores más talentosos del F.C. Barcelona, que durante la temporada 2024/25, sufrió tres lesiones que lo dejaron sin pisar el campo más de dos meses. En el club culé reconocen que "se cuida en todo", pero a veces la salud no entiende de disciplina.
Ronaldo Nazário es otro ejemplo, aunque más extremo. En apenas seis meses, el brasileño sufrió dos roturas del tendón rotuliano, una lesión tan grave que pocos creían que pudiera volver a jugar.
Gracias al esfuerzo de médicos, preparadores físicos y el suyo propio, dos años después, Ronaldo levantó la Copa del Mundo con Brasil y fue máximo goleador.
Pero si hay alguien que tiene autoridad para hablar de lesiones, ese es el jugador argentino Fernando Gago, ya que en su carrera atravesó 23 lesiones que lo dejaron fuera más de 1.300 días.
Ya retirado, Gago reflexionó que estos episodios "no fueron mala suerte", porque le ayudaron a crecer. Sin dudas, esa es la mentalidad indicada para levantarse después de cada caída.
¿La suerte opera en casi la mitad de los goles?
Conocer con exactitud el papel que tiene la suerte en las probabilidades del juego sería muy beneficioso para los equipos. Por eso, un grupo de investigadores liderados por Daniel Memmert decidió poner manos a la obra.
Este grupo de científicos de datos se puso a mirar con detenimiento más de 7.000 goles de la Premier League entre 2012 y 2019. Después de quemarse las pestañas, publicaron las conclusiones en Journal of Sports Sciences en un paper que hoy es utilizado por los mejores preparadores físicos, incluyendo a los del Barcelona F.C.
Descubrieron que el 46% de los goles tenían un componente fortuito y que los equipos más débiles son los que más se benefician del azar, en especial cuando el marcador está cero a cero.
El dato contundente fue que el número de goles aleatorios pasó del 50% al 44% con el tiempo, debido a factores como la preparación táctica, el análisis de datos y el entrenamiento mental para reducir la influencia de la suerte.
Es decir que, con talento y análisis, el efecto puede atenuarse, pero sigue siendo una parte intrínseca del deporte llamado fútbol.
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