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La Tormenta Perfecta del Sevilla: Un Año para Olvidar

La Tormenta Perfecta del Sevilla: Un Año para Olvidar
Foto: fotografia

Inicio de temporada bajo sombra de incertidumbre

La temporada del Sevilla arrancó con mal pie. Tras la sorprendente salida de Monchi y la llegada de Víctor Orta, el club no logró estabilizarse. Incidentes como la casi salida de Acuña y la incorporación de Sergio Ramos mostraron una dirección vacilante. La tensión fue palpable cuando Mendilibar, cuestionado desde el inicio, fue reemplazado por Diego Alonso, quien tampoco cumplió las expectativas, llevando al club a situaciones límite que solo se resolvieron con la llegada de Quique Sánchez Flores.

El mercado de fichajes, un reflejo de la crisis

El escenario económico limitado condicionó los movimientos del Sevilla en el mercado de invierno. La llegada de jugadores como Agoumé, a quien Sánchez Flores apenas utilizó, y la salida de pilares como Fernando Reges e Ivan Rakitic, fueron un claro indicativo de un club en la necesidad de reinventarse. Mientras tanto, figuras consolidadas expresaban su descontento y la dirección deportiva perdía credibilidad ante los aficionados.

Conflictos internos escalan

Los meses siguientes sólo agregaron más leña al fuego con la declaración de intenciones de salida de Jesús Navas y el enfrentamiento público entre Víctor Orta y Januzaj. A esto se sumó una guerra accionarial que ha dejado al equipo en una situación aún más delicada, cuestionando toda la estructura y el futuro próximo del club. La gestión del descontento y la incertidumbre administrativa se ha convertido en el pan de cada día en el Sevilla, anticipando un verano lleno de desafíos y cambios necesarios.