Un Mundial atípico: ¿Por qué la Copa del Mundo 2026 promete romper los esquemas?

Por ejemplo, la inédita “triple sede” o la expansión sin precedentes en el número de equipos y partidos, lo cual genera un gran negocio en términos de derechos de transmisión y también para los portales de apuestas y sitios legales para jugar al casino desde España. En este artículo repasamos esas características que harán que la Copa del Mundo ‘26 sea única.

Sede tripartita

Si Qatar tuvo complicaciones por su clima extremo, en este caso la geografía o, mejor dicho, las distancias geográficas, volverán a ser tema de debate. 

Uno de los aspectos más complejos del Mundial organizado en Estados Unidos, México y Canadá será la cuestión logística. Esta es la primera vez en la historia que tres naciones comparten la responsabilidad de albergar el evento más importante del fútbol. 

Si bien la idea de una sede compartida no es completamente nueva (Corea del Sur y Japón lo hicieron en 2002), la magnitud de tres países, con sus vastas distancias geográficas y particularidades logísticas, representa un desafío y una oportunidad única.

Y en 2030 serán seis países anfitriones

Lo anterior ya suena complicado, pero será solo un tentempié frente a lo que nos espera más adelante. El Mundial 2030 tendrá un formato inédito, con seis países anfitriones distribuidos en tres continentes. Argentina, Uruguay y Paraguay serán sede de los tres partidos inaugurales y tendrán las ceremonias de apertura, en conmemoración del centenario del torneo. 

Después de esto, el resto de la competencia se disputará en Europa y África, específicamente en España, Portugal y Marruecos. La FIFA explicó que la decisión busca reflejar un espíritu de unidad global, combinando la tradición sudamericana con la proyección internacional del fútbol. Será la primera vez en la historia que un Mundial se juegue en tres continentes distintos durante una misma edición.

Más selecciones y más partidos

Además de tener tres sedes, el Mundial 2026 se convertirá en el primero de la historia en contar con 48 selecciones participantes, contra las 32 que han tenido las ediciones anteriores. Esta expansión busca una mayor "presencia global", con más equipos en juego.

Para acomodarse a la decisión, la FIFA ha dispuesto un formato atípico de 12 grupos de cuatro equipos. A partir de esta fase de grupos, clasificarán a la ronda de dieciseisavos de final los dos mejores equipos de cada grupo, junto con los ocho mejores terceros lugares. 

Así no solamente sube el número total de partidos del torneo a 104, sino que también se prolonga la duración del evento. Los jugadores van a necesitar, probablemente, un repuesto de piernas después de este torneo. 

Se amplía la distribución de plazas 

La distribución de las nuevas plazas no es equitativa, sino que se hizo para cubrir “deudas históricas”. Por ejemplo, mientras que la UEFA mantiene sus 16 plazas, la Conmebol pasa de 4,5 a 6 plazas directas con una extra a repechaje.

Asia duplicará sus cupos (8 plazas directas + 1 repechaje), África tendrá una oportunidad histórica con 9 + 1 y Oceanía tendrá una plaza directa por primera vez. 

Clasificados y selecciones que están en la cuerda floja

Varias selecciones ya tienen su boleto asegurado para el Mundial 2026. Los anfitriones Canadá, Estados Unidos y México son los primeros confirmados. En Asia, potencias como Japón, Irán y Corea del Sur, junto con Uzbekistán, Jordania y Australia, ya han sellado su pase. En Sudamérica, los gigantes Argentina, Brasil y Ecuador también están clasificados. Desde Oceanía, Nueva Zelanda es la primera en asegurar su cupo directo.

Se estima que para finales de 2025, alrededor de 42 de las 48 selecciones participantes ya se conocerán. Las últimas dos plazas se definirán en un torneo de repechaje atípico que se disputará en marzo de 2026. 

El campeón tiene que ganarse el lugar, como cualquier otro

Aunque muchas características del Mundial cambiaron, hay una que se mantiene intacta desde 2002. Esa regla es que el campeón vigente ya no clasifica automáticamente a la siguiente edición del torneo. 

Esto fueron malas noticias para Argentina, que a pesar de haber ganado el Mundial de 2022 con figuras como Lionel Messi, Emiliano Martínez o Julián Álvarez, tuvo que disputar las eliminatorias sudamericanas. 

Este cambio, implementado tras el Mundial de Corea-Japón 2002 (cuando Brasil, el campeón, tuvo que clasificarse para 2006), asegura que todas las selecciones, sin excepción, demuestren su nivel competitivo en la fase previa. Argentina, liderada por Lionel Scaloni, demostró su hegemonía al clasificarse con solvencia, incluso después de un empate 0-0 entre Bolivia y Uruguay el 25 de marzo y su goleada 4-1 a Brasil en el Monumental.

En definitiva, la Copa del Mundo de 2026 será un experimento masivo y ambicioso. El cambio de reglas y la gran final en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, nos hacen imaginar una experiencia futbolística de alto nivel que, más allá de los cambios, nos hará poner la piel de pollo como cualquier otro Mundial.